Has sido lo mejor que me ha pasado. Saber que siempre estás ahí, esperándome, me reconforta. Llegar y prepararte la cena, esa cena que siempre acabo dándote, pausádamente, sin prisas. Descansar los dos frente al televisor, transportándote entre mis brazos, como cuando nos casamos y tuve que traspasar la puerta de nuestro hogar. ¿Recuerdas aquel día? ¿Recuerdas lo maravilloso que fue? Y al acabar la programación y salir los primeros anuncios de la teletienda, llevarte en volandas hasta nuestro dormitorio, desnudándote poco a poco, intentando no romper ninguno de tus frágiles cartílagos. Y enredarnos entre las sábanas y besarte sobre tus dientes, recuperando las sensaciones de aquel día, donde nuestros sueños se hicieron realidad. Y acariciar tu débil esqueleto, con miedo a romperte, rememorando la suavidad de tu piel desnuda. Y abrazarte, como si quisiera tenerte conmigo toda la vida y, poseerte. Pero llega el alba y recuerdo que ya no vives, que hace tiempo dejó de latir tu corazón y que con el sol, he de devolverte a tu tumba hasta la noche siguiente.
(Texto que surge de la canción "All I need" de Within Temptation. Dejo enlace)
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