jueves, 18 de febrero de 2016

REM

La resaca humedece mi rostro. La soledad brota por las ventanas de mi cara. Mi cuerpo se siente con ganas de luchar pero con el cansancio de las horas robadas al sueño. Todo parece haber perdido el sentido. Todo da vueltas. Incluidas las ideas de una marcha, de una huida.

Todo suena a despedida. Todo respira a ella.

Cierro los ojos y todo parece detenerse. Oscurecerse. Pero no es así. Mi corazón empieza a bombear de forma acelerada. El pecho tiende a querer abrazarlo pero se tensa. Parece bloqueado. Me cuesta respirar. Me cuesta dormir. Me cuesta vivir.

Me voy. Marcho.

Ya no respiro. Ya no siento nada. Abro mis ojos pero no ven nada. Reflejan oscuridad y un techo pero ya no tiene sentido para nadie. Ya no soy consciente de mi cuerpo ni de dónde me encuentro. Ya me he ido. Ya no existo. Ya no estoy. 

Creo que sonrío. ¿Qué dirá ella cuando despierte?

(Texto que surge de una noche larga y de la casualidad de encontrarme tatareando "Everibody Hurts" de REM. Espero que os guste)


No hay comentarios:

Publicar un comentario