miércoles, 27 de marzo de 2013

Final


Hay finales que jamás debieron empezar. Uno de ellos es éste. La bruma del baño me envuelve y espero que se aclare para reflejar mi cuerpo desnudo y mojado. Lo recuerdo y no desaparece de mi interior. Las lágrimas brotan de mis ojos azules, como salpicaduras de olas sobre la roca. El dolor me envuelve y me arrodilla sobre la alfombra antideslizante cuyo tacto es húmedo. Mi espalda dibuja una duna solitaria en el desierto que representa ahora mi baño. Sollozo. Sigo sollozando. Grito un porqué que se aleja por el respiradero, por el inodoro, por los diferentes desagües que me rodean y se hace cada vez más lejano, convirtiéndose en susurro. En silencio. La bruma desaparece junto con la humedad de la ducha finalizada. Me incorporo y dejo caer el albornoz que protege mi cuerpo. Me reflejo en un recién descubierto espejo. Veo mis lágrimas recorrer mi rostro, envolviendo mi mirada, mi no sonrisa. No me reconozco. Por un momento, creo que no soy yo, que no ha ocurrido, que él no me ha dejado. Pero entonces, veo los dos anillos en mi dedo anular y recuerdo el accidente, su sangre y la llamada de la policía preguntando por mí y si era su esposa. Y las lágrimas vuelven a inundar mi rostro, el espejo y mi corazón. Afuera me espera un vestido negro que este indeseable día olerá a sal.

 (Texto que nace de la canción de Jesse&Joy "Me quiero enamorar" que escuché la primera mañana oficial de la primavera. Espero que os guste)


miércoles, 20 de marzo de 2013

Soñar una vida

Veo sus pequeños brazos e imagino el sonido de una canción que me provoca el llanto. Miro sus ojos cerrados, durmientes, y los míos, cansados y sabios, se preguntan por el misterio de la vida, del amor. Y luego la miro a ella, dormida, descansando, soñando con metas alcanzadas, con mágicas peticiones de algo que anteriormente había sido una quimera, parecida a la del Santo Grial. Repito, en mi soledad oscura, las estrofas de esa canción y mi corazón se acelera. Él se mueve rozando la suave sábana que lo protege. No sé si por el cansancio, por las emociones vividas unos instantes antes, por nuestra historia pasada, rompo a llorar sin reconocer el porqué de todo. Ella despierta y me mira sin mirarme. Me ofrece su mano cansada y marcada por la medicación. Le entrego la mía y me sonríe. Acaricia mi piel volviendo a cerrar sus ojos poco a poco. Su voz suena en la sala dormida como una pequeña luz protege a un bebé de la oscuridad para decirme: "Es amor, cari. Lo que estás sintiendo es amor. Déjate llevar por él y disfruta de este momento. Su recuerdo es para siempre".

(Relato que nace de un nacimiento que en estos momentos se está produciendo y de la inolvidable canción de Nightwish "While your lips are still red". Espero que os haya gustado. Os dejo vídeo).