martes, 22 de noviembre de 2011

"Bésame"

"Te quiero" le dije cuando nos despedimos. Ella me volvió a mirar sonriendo, como si aquellas palabras no fueran reales y me besó. Fue un beso apaciguado, tranquilo. Me dejé guiar por sus labios, que ella marcara los tiempos, que lo llevara donde ella quisiera. Separó sus labios de los míos y volvió a sonreirme. Aún escucho su voz diciéndome "No digas cosas que no puedas prometer. Jamás me vas a querer, porqué yo no pienso dejar que eso ocurra. Prefiero que me desees cada noche a que me quieras un sólo día. Prefiero que me ames durante unos segundos a que pretendas quererme toda una vida. Prefiero tener sexo contigo, por el placer que nos ofrece, que no porque en aquel momento sientas que me quieres hacer el amor. No lo vuelvas a repetir, por favor. No lo digas, prefiero un silencio a que te confundas con esas palabras. No, antes prefiero una mirada, un gesto, un no saber que está ocurriendo que un te quiero. Recuérdalo, si realmente deseas tenerme a tu lado. Si no, ya sabes que encontrarás otras que prefieran el te quiero al sexo, a un beso o una carícia. Ahora lo que no deseo es hacerte daño". Me miró en silencio. Me volvió a besar y quedamos para el día siguiente en la plaza. Mientrás regresaba a casa, pensaba que el ramo de rosas rojas con la pequeña postal, donde había escrito " TE QUIERO", que pensaba enviarle mañana, debía anularlo lo más rápido posible.

(Este texto surge de la canción "Kiss me" de Sixpence None The Richer. Os dejo enlace)

"Amor"

No recuerdo nada antes del incidente. Nada. Ni siquiera como he llegado hasta este apsético lugar.
Me encuentro tendido en el interior de una urna de cristal. Mirando al techo. No sé dónde estoy. El lugar me resulta familiar, pero no consigo recordar el porqué. Tampoco me puedo mover, para ampliar mi campo de visión. Mi cuerpo está rígido, duro. ¿Será por culpa del incidente que no puedo recordar? Visto corbata, el traje de mi boda y unos zapatos oscuros. Lo intuyo, no lo veo, pero algo me dice que ésa es la ropa que llevo. ¿Será verdad? Mi cuerpo extendido, cabe justo en un forro acolchado, blando y estrecho como si estuviera hecho a mi medida. La base del cristal de la urna que me rodea es de madera de cedro. Hay una banda lila que cae de la superficie de la caja de cristal y se desliza por uno de sus lados. La cinta se encuentra atada a una corona de flores. Lleva letras que no puedo leer. No entiendo nada. Me rodean paredes blancas, frías y alguna que otra figura que entra y sale por una puerta de la cual se intuyen murmullos. ¿Dónde me encuentro? ¿Qué me ha podido pasar? Una de esas figuras me mira lejana, ausente, como si estuviera despidiéndose de mí por última vez. Cómo si nos conociéramos. No consigo recordar de qué. Se acaricia los ojos con sus dedos y empieza a agitar sus hombros de forma descontrolada, aumentando su movimiento. Desaparece.
Un puño cerrado golpea el cristal. Se abre, convirtiéndose en mano y se desliza por el cristal, acompañada de otra casi idéntica. Me resultan familiares, cercanas. Lleva dos anillos iguales en el dedo anular. Los anillos brillan y me recuerdan al que debo tener en el mío. Los dedos son alargados, finos, cuidados y me parecen próximos, como si hubiera entrelazado mis dedos en esos dedos en el pasado. Tengo reminiscencias de ellos en mi cuerpo, de haberlos reseguido, alguna vez, con la mirada. Entonces, mientras trato en vano de recordar de qué la conozco, leo las palabras que rezan en la banda púrpura. “Te quiero” intento decirle, sin poder mover mis labios.




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S   N
O     O
D        
I         T
R           E
E              
U               O
Q                 L
                    V
S                     I
E                        D
R                           A
E                             N
S                                 

S                                     
U                                       
T                                          

(Ejercicio final del mismo curso de literatura del 2010)


"Deseo y fuego"

Cerré la puerta del cajero y me dirigí al fondo, para taparme con la manta. Tenía frío y el alcohol, aún no había calentado mi cuerpo. “Mejor dentro que fuera”, pensé. Por eso, no los dejé entrar. “Quiero dormir, coño”, les grité. Me llamaron puta y ¿qué? Todos los hacen, incluido él. Las lágrimas brotaron de mis mejillas. Con la manga me las sequé, junto con un moco que asomaba por mi nariz. Me tapé con la manta y cerré los ojos. Quería que la noche pasara y que los recuerdos se fueran. El alcohol calentaba mi cuerpo.
Me veo en un barco en alta mar con el pelo suelto. Soy joven y alguien guia el barco. Creo que estoy en proa, aunque perfectamente puede ser la popa. El barco se para y él viene hacia mí. Está guapísimo. Recuerdo la razón por la que lo dejé todo. Huí de Barcelona, de mi familia, de mi vida pasada para estar con él y las drogas. Soy feliz. Me veo feliz. Me besa. Le beso. Tiene la camisa desabrochada, enseñándome el torso. Se lo beso. Sabe a sal. Despacio, me quita la camisa blanca y me deja en bikini. Hago lo mismo con la suya. Le beso y le susurro si quiere hacer el amor. No me dice nada, me besa y me tumba sobre el techo del camarote. Siento su calor, su deseo….”
Golpes en la puerta me despiertan. Abro. Alguien entra para sacar dinero. No le molesto. Quiero recuperar mi sueño. Sale, pero no me deja cerrar. Los dos chicos de antes están con él y empiezan a pegarme, a dar patadas, a escupirme e insultarme. Noto sangre en mi cabeza. No sé lo que quieren. Cierro los ojos, pensando que es una pesadilla, que los golpes no son reales. Que lo real era mi sueño. Pero el dolor lo es. Oigo palabras que él me decía al oído cuando follábamos. Un líquido, de olor diferente a la sangre, me envuelve. Y, después el fuego. Es entonces cuando le vuelvo a ver. Le beso. Lo abrazo. Y ese abrazo arde en mí.
(Este texto surge de un ejercicio de un taller de literatura del 2010)

viernes, 18 de noviembre de 2011

"...Es amor"

Observo la luz de la ciudad eterna desde mi atalaya. Roma a mis pies duerme profundamente. Pequeñas sombras, agrupadas de forma desigual cruzan sus calles y dan vida a una ciudad herida tras el paso del tiempo. Imagino el bullicio turístico de la Fontana di Trevi o las risas del Trastevere y lo confronto con el silencio del Circo Romano o el interior del Parteón. Hace unas horas caminaba por sus calles empendradas dejándome llevar por el significado secreto de la capital italiana. En esos momentos de pensamientos imaginarios que vuelan  como tiras de papel en el cielo, besaba unos desconocidos y suaves labios. Nos habíamos presentado esa misma mañana en el Mercado del Fiore y desde entonces nos acompañamos por la ciudad eterna  hasta que llegó él y todo cambio. La inocencia se convirtió en intención. La amistad en sexo y el beso llegó tras un cruce de miradas cargadas de miedo por lo que pudiera ocurrir. Y así fue como Roma me descubrió su secreto más íntimo, el que no esperaba encontrar ya: Roma es amoR al revés.

(Este texto surge de la canción "Soledad en mí" de La Musicalité. Os dejo el enlace)

martes, 15 de noviembre de 2011

"Los días largos"

Existen días en que las lágrimas se confunden con la lluvia. Días en que la densidad del aire nos disfraza de "Jorobados de Notre Dame". Días en que todo va a cámara superlenta, donde un paso se convierte en una eternidad. Son días en que la vida desaparece y la tristeza se apodera del paisaje que nos rodea. Días más largos o mejores que otros. Días que deseas que acaben, que pasen, pero se instalan en tu corazón y no acaban nunca de marcharse. Días que arraigan en nuestras entrañas y tienden a reaparecer, cuando ya los habías olvidado. Días en que una noticia es una pausa en el tiempo. Días en que una decisión marca el ritmo de lo que te rodea. Al abrirme las venas de las muñecas y deslizarme en la bañera de mi cuarto de baño, donde el agua caliente me envuelve con aroma a canela, siento que es la primera vez que marco el ritmo de mis días. Es pausado, tranquilo, sin prisas, y, por encima de todo, necesario. Hay días que deberían ser así.

(Este texto surge de la canción "Long Day" de Matchbox Twenty. Os dejo enlace)


domingo, 13 de noviembre de 2011

"Todo lo que (yo) necesito"

 Has sido lo mejor que me ha pasado. Saber que siempre estás ahí, esperándome, me reconforta. Llegar y prepararte la cena, esa cena que siempre acabo dándote, pausádamente, sin prisas. Descansar los dos frente al televisor, transportándote entre mis brazos, como cuando nos casamos y tuve que traspasar la puerta de nuestro hogar. ¿Recuerdas aquel día? ¿Recuerdas lo maravilloso que fue? Y al acabar la programación y salir los primeros anuncios de la teletienda, llevarte en volandas hasta nuestro dormitorio,  desnudándote poco a poco, intentando no romper ninguno de tus frágiles cartílagos. Y enredarnos entre las sábanas y besarte sobre tus dientes, recuperando las sensaciones de aquel día, donde nuestros sueños se hicieron realidad. Y acariciar tu débil esqueleto, con miedo a romperte, rememorando la suavidad de tu piel desnuda. Y abrazarte, como si quisiera tenerte conmigo toda la vida y, poseerte. Pero llega el alba y recuerdo que ya no vives, que hace tiempo dejó de latir tu corazón y que con el sol, he  de devolverte a tu tumba hasta la noche siguiente.

(Texto que surge de la canción "All I need" de Within Temptation. Dejo enlace)

jueves, 10 de noviembre de 2011

"(...) quiere ahora descansar..."

Pasa el tiempo y crecen los sueños que se han malogrado. La sonrisa se pierde entre la bruma del caminar de los años. Todo aquello que te rodea es sustituido por otros momentos, situaciones y ensoñaciones. Has crecido y sigues sin creértelo hasta que escoges la última morada de tus padres y piensas qué has hecho hasta llegar a este momento. Y lo resumes en tan pocas palabras que te quedas perplejo de que se pueda sintetizar en tan pocas y que a su vez sientas tantas emociones contradictorias. Y es, en ese momento, cuando surgen las lágrimas y buscas los abrazos que no llenan los vacios que los recuerdos han olvidado.

(Para un Angel y os dejo el enlace de "Peter Pan" del Canto del Loco)


miércoles, 9 de noviembre de 2011

Eterno Deja Vú

Recuerdos perdidos envueltos en muerte. Nada volverá a ser igual tras el instante que vino después del disparo. Ni las lágrimas saben igual, han perdido vitalidad. El cuerpo cubierto de sangre, su rostro irreconocible perdura en su mente, haciendo olvidar el resto de imágenes más cercanas y reales. El tiempo se detuvo en ese impacto, entre la máquina y el hombre. Y, sin embargo, mantiene viva la pregunta del por qué ha sucedido, perviviendo la posibilidad de haber hecho algo más para impedirlo. Pero, finalmente, los recuerdos se tiñen de rojo y las lágrimas pierden su sal, mientrás ella golpea una y otra vez su cuerpo inerte. Sólo un "deja vú" podría devolverle a la vida, pero eso sabe que es tan poco probable como la eternidad.  

(Este texto surge de la canción "Deja Vú" de Inna. También os dejo el video)


martes, 1 de noviembre de 2011

"Miedo a perderte (Amor)"

París. Una habitación vacía. En la ventana abierta, la cortina balancea de fuera para adentro y viceversa. El balcón acoge dos sombras envueltas en sendos albornoces que miran las luces de la Torre Eiffel y el cielo de la capital francesa. Una noche más, los amantes vencen a la ciudad dormida. Las sombras se abrazan en silencio. Ella le susurra una canción al oído. Él no comprende su significado. Ella sonríe. Le divierte su cara de extrañeza. En la habitación, la ropa arrugada espera para volver a vestirlos. El viento mece sus cabellos y corazones. Sus besos se expanden por la ciudad dormida. Sus abrazos caen al vacío junto a sus caricias hasta que desaparecen de sus propios cuerpos, convirtiéndose en simples palabras de una historia de amor. Todo tiende a olvidarse y difuminarse con el paso del tiempo.

(Este texto surge de la canción: "Miedo a perderte" de Teenangels. Aquí os dejo la canción)