miércoles, 23 de mayo de 2012

Un nuevo día

Despierto en una cama que me extraña y no reconoce el peso de mi cuerpo. No logro situar cómo he llegado hasta aquí. Noto cansancio en mi espalda y el vacio de una silueta arrugada a mi lado. ¿Quién será? Mi piel huele a noche. La cabeza me baila mientras escucho el sonido de una ducha encendida. ¿Estará allí? Fuera es madrugada y la luz del nuevo día juega al escondite con las estrellas. ¿Qué ha pasado esta noche? Más allá de la desconocida cama, sólo veo ropa amontonada en una silla. Recogida y resituada en un intento de poner orden a una anónima locura. Al descubrir mis calzoncillos en ella, soy consciente de mi desnudez. Sigo sin recordar qué pasó. Decido que sólo existe una forma de averiguarlo: levantarme y dirigirme al baño. Me incorporo y mis pies perciben la frialdad del suelo. Un escalofrio recorre mi cuerpo.En un sillón me espera un albornoz blanco de hotel. Me lo pongo,junto con unas pantunflas que habían en la cama y me dirijo hacia el sonido que reproduce el teléfono de la ducha. Me rodea una gran cristalera que me refleja sobre los edificios más altos de la ciudad dormida. Abro la puerta del baño y me encuentro con la cortina de la bañera corrida y ninguna sombra en ella. Otro escalofrio recorre mi cuerpo y empiezo a recordar parte del sexo compartido esa noche.Pero me sigo preguntando cómo era ella. Me acerco a la cortina, sin fijarme en la nota escrita en el espejo del baño. En rojo de labios, las palabras que no leo,me anuncian lo que observo al retirar la cortina. Mi grito ahoga el sonido de la ducha y la luz del amanecer surge definitivamente de su escondite.

(Este texto surge de la canción de Minimal 21 "El dia que Dante va baixar a l'infern i es va trobar amb la Divina comedia". Os dejo enlace.)


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