lunes, 22 de julio de 2013

Insomnio

Insomnio y una página en blanco. Escribo esperando a que las musas aparezcan sin avisar pero no aparecen. Se atascan en el camino que va de mis dedos al teclado y no avanzan. Escucho los ruidos de la noche. Observo la oscuridad y me acongojo. Por primera vez en mucho tiempo siento el miedo de nuevo como cuando era niño y no podía dormir creyendo que las sombras de mi cuarto eran una amenaza. Cierro los ojos e intento recordar aquellos años, aquellos momentos en que el miedo no me dejaba dormir. Recorre mi cuerpo un escalofrío extraño para la calor que hace esta noche. Me veo en la soledad de mi cuarto. Me veo despierto como ahora, esperando a que algo ocurra. Preparándome para lo peor. Y, entonces estallan los gritos, los golpes, los sollozos de algún adulto que debía cuidarme y siguen los exabruptos y las palabras que no deben escuchar los niños como yo. Después el silencio se apodera de la noche y la tranquilidad envuelve las paredes de mi habitación pero sigo sin dormir como ahora, mientras observo que la página en blanco se ha llenado de recuerdos y de palabras vividas.
  Cierro el portátil para que los recuerdos queden resguardados y marcho a mi actual habitación, deseando que la sensación de desasosiego desaparezca y pueda hacer con mis sueños lo que he hecho con el portátil.

(Este texto surge de la nada y de la canción de Loreen "Euphoria". Espero que os guste)


   

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