Tristeza, sin tí no soy nada. Nada soy contigo, tristeza.
Mis lágrimas recorren mi rostro como ríos sin agua,
dibujando, en mis mejillas, su caída.
Tristeza.
Sueños de muerte se cruzan en mi mente,
permanecen inamovibles como un rompeolas
frente al agitado mar.
Tristeza.
Afuera llueve. Una tormenta de palabras y letras
desordenadas, sin orden, en una clave
que sólo tus ojos conocen.
Tristeza.
Tu sombra yace junto a la mía,
permanece como el fantasma
que queda atrapado en una realidad pasada:
nuestra relación, tristeza.
Desaparece mi cuerpo y mi alma
pero mi corazón sigue sosteniéndose,
una vez más, en tus brazos,
tristeza.
(Un simple sueño, un simple ejercicio. Espero que os guste).
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