Los diferentes fragmentos y sombras que componen la oscuridad me abrazan. La melancolía me vence y me regocijo en ella para desaparecer un tiempo indeterminado. Lágrimas oscuras recorren mi rostro. Me tumbo en el suelo frío de piedra y musgo, de hiedra y mármol, soñando con despertar algún día. Mis alas se cierran. Un grito de dolor recorre el cementerio. Sólo espero a que la eternidad me requiera.
(Este texto surge de una mala tarde y es un pequeño homenaje creativo al disco de Paradise Lost "Host"(Huésped). Espero que os guste).
Precioso. Espero que la eternidad me requiera, precioso, Oscar.
ResponderEliminarUn abrazo.