"En ocasiones me gustaría dejar de matar, pero no puedo. Va con mi manera de ser. Soy así" se dice pensativa.
"Me encanta esperar agazapada en los hospitales, en las unidades de curas intensivas, dónde todo se balancea entre la vida y yo misma".
"Observar sus caras cuando me ven, sin que los demás los sepan. Sentir su respiración y su sonrisa. Acercarme a su sensación de bienestar, justo antes de que les toque con el hueso de mi dedo corazón".
"Ver con ellos su futuro, acogerlos definitivamente en mi seno y protegerlos con mi capa oscura. Ver como sus ojos se cierran o son cerrados. Como las pestañas acaban con mi reflejo y reposan unidas para siempre".
"Ser la muerte es una gran responsabilidad. Es salvar al mundo, aunque mucha gente no pueda entenderlo. Salvo África cada segundo de mi paso por allí. En el resto del mundo mi función es distinta, muchos me acogen sin yo estar advertida; otros simplemente se dejan seducir. El resto se encontraban en mi lista diaria".
"Es duro ser la muerte pero es lo que soy y sé que no podré cambiar. Cuando se lleva tanto tiempo comportándote igual, es difícil hacerlo. Incluso para mí" finaliza resignada.
(Este texto surge de la canción de James "Sometimes". Os dejo el enlace).
No hay comentarios:
Publicar un comentario