miércoles, 13 de mayo de 2015

Luna

Un corazón se detiene y
el tiempo lo hace con él.
En paralelo.
Y entonces quieres sentir,
necesitas saber que sigues ahí.
Escuchas voces cuando deseas oír un latido,
una buena noticia. Pero todo está detenido.
Como las estatuas en los parques o
en las calles de una gran ciudad.
Todo pesa.
El aire se convierte en polvo.
Respirar duele.
Las palabras caen y te golpean constantemente.
Te hieren.
Y buscas una sonrisa.
Una mirada.
Y la encuentras difuminada entre tus lágrimas,
en tu rabia, en la impotencia de algo que
sabes que ya no continuará.
Y todo te sabe a sal y
necesitas salir de la habitación blanca
que es oscura como la profundidad del mar,
como el ecógrafo al apagarse y
te preguntas, ¿dónde estás futuro?
Y te contestan tus sollozos,
tus silencios y ahogos.
Futuro, ¿Dónde estás?

(Palabras que surgen del impacto de una mala noticia. De los recuerdos que esa noticia me traen. Espero que os guste)

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