Lloro, mientras unos cuadrados blancos, duros como huesos, mastican y trituran mi piel de forma mecánica, convirtiéndome en jugo, haciéndome desaparecer, un año más, como el resto de mis once hermanas, tal y como indica la tradición.
Este texto surge de la idea de una despedida.
Jejej, pobres, no saben que si no fueran unos dientes sería en un lagar...
ResponderEliminarFeliz 2012, Oscar